Este trébol es muy común en las zonas húmedas, hasta el punto de que soporta perfectamente los anegamientos gracias a sus tallos erectos que pueden llegar a alcanzar los 40-45 cm de altura, quedando los folíolos fuera del agua. Es una especie de clima cálido ya que se hiela a pocos grados bajo cero, presenta resistencia al frío y se desarrolla correctamente en temperaturas medias.
Los tallos son rastreros, con barbillas en los nudos, apenas vellosos. Los pezones son largos y vellosos, y sostienen las hojuelas ovales, redondeadas y a veces escotadas en la punta, lampiñas y apenas serradas.
Las espigas de las flores, de color rosado pálido, salen de los encuentros en cabillos de unos 15 cm de largo y son casi redondas. Los cálices parecen de seda, con cinco dientes, de los cuales los dos superiores son notablemente mas largos, y después de marchitos se hinchan dando una apariencia de fresa parda.
Cada fruto no encierra mas que una semilla.
Pradera en el Jardín del Príncipe (Aranjuez) |
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