En mi último paseo ciclo-turista por Las Infantas me llamó profundamente la atención un agradable olor anisado que inundaba toda la zona. Mi curiosidad me llevó hasta esta planta, originaria de la cuenca mediterránea, que llega a alcanzar el metro y medio de altura, con hojas plumosas y flores amarillentas que forman agrupaciones en forma de paraguas que aparecen a partir de junio.Crece habitualmente en las cunetas, al borde de los caminos, en campos sin cultivar y en zonas cerca de la costa. Posee un tallo largo y robusto de color verde claro
En julio aparecen los primeros frutos (semillas) que adquieren una coloración amarilla a medida que maduran, momento en el que se procede a su recolección. De las semillas se obtiene el aceite esencial.
Las semillas se utilizan secas y se combinan con una serie de platos como pueden ser tartas, panes y pasteles, curries (en este caso se muele) y pescados (caballa, arenque y salmón). Los bulbos se utilizan como ingrediente de numerosas recetas haciendo los platos más fáciles de digerir. Como hierba aromática se utilizan los tallos y las hojas picados, como especia, las semillas secas y como hortaliza, el bulbo.
Durante la Edad Media se consideró al hinojo como una planta mágica, capaz de deshacer los designios de la brujería. Era costumbre, la víspera del solsticio de verano, colgar un manojo de hinojo en la puerta de la casa para ahuyentar los malos espiritus.
Las virtudes del hinojo:
El principal principio activo que le confieren las propiedades carminativas es el aceite esencial rico en anetol y también en estragol.
Esta planta medicinal destaca por las propiedades para equilibrar las funciones del sistema digestivo: favorece la digestión, contribuye a expulsar los gases, reduce la hinchazón y las flatulencias.
Por su acción eficaz y su sabor suave, resulta especialmente indicada para administrar a niños y bebés aquejados de molestias intestinales, cólicos, flatulencias o para estimularles el apetito. Para ello basta con añadir unas gotas de una infusión sencilla de hinojo en el biberón.
El hinojo es así mismo un buen recurso natural para facilitar la evacuación y combatir el estreñimiento.
Esta planta también es aliada de la embarazada por su eficacia para disipar las náuseas y el mareo durante la gestación. También favorece el aumento de leche en la lactancia.
Como uso externo, alivia las irritaciones de los ojos cansados y la conjuntivitis. Para ello, basta con exprimir la planta tierna y aplicar con una gasa un poco de jugo sobre los ojos. Otra opción es cocer una cucharada de semillas en dos tazas de agua. Se hierve durante cinco minutos, se filtra, se deja enfriar y se usa para lavar los ojos dos o tres veces al día.