¿Quien no ha visto alguna vez una salamanquesa en una noche de verano? Se trata de un reptil simpático y totalmente inofensivo para las personas , cuya dieta es muy amplia a base de todo tipo de insectos, por lo que nos es muy útil a la hora de mantenerlos a raya en nuestros hogares.
Su identificación es muy fácil ya que su cuerpo es aplastado y
robusto, presenta bultos cónicos por todo el lomo, patas y cola, siendo
en esta última parte, la cola, un indicador de su posible pérdida,
puesto que la nueva cola regenerada, carece de estos bultos. Una
característica de esta especie y de toda su familia, es que carecen de
párpados, para limpiarselos y humedecerselos se los lamen con la lengua. Por último en las patas presentan unas protuberancias
laminares laterales e inferiores continuas (sin separación) que le
proporcionan una muy buena adherencia por lo que es habitual verlo en
paredes verticales.
Se reproduce en primavera, produciéndose el celo entre abril-mayo. Tienen las cópulas entre abril-junio tras el cual las hembras hacen entre 1-3 puestas de 1-2 huevos cada una.Ya en verano suelen verse los primeros recién nacidos.
Se trata de una especie tanto diurna como nocturna, ya que se las puede ver durante las primeras horas del día soleandose y luego pasan el resto del día resguardadas bajo las piedras. Durante las primeras horas de la noche salen de sus refugios para cazar, aprovechando que los insectos van a la luz de las farolas. Por contra, sus mayores depredadores son las lechuzas y la culebra de herradura. Por cierto...las salamanquesas, como casi todos los reptiles, están protegidas y en principio capturarlas está prohibido.
Yo me pensaba que no emitían ningún tipo de sonido, pero resulta que suelen emitir una especie de chillidos muy variados que les sirven para establecer comunicación entre ellas.
Una cuestión muy importante es el miedo que la gente les tiene por la creencia de que muerden. Pues bién, una salamanquesa jamás nos perseguirá para
mordernos, cuando nos vea siempre tratará de huir y esconderse, pero es
cierto que si logramos atraparla y la cogemos con la mano, puede
mordernos, sobre todo los ejemplares más grandes y viejos. En cualquier
caso, sus dientes son demasiado pequeños y la fuerza de sus mandíbulas
demasiado débil para hacernos daño.
Bueno, espero que a partir de ahora trateis con más cariño a estos beneficiosos animalitos.