Parece que el tiempo empieza a acompañar, en lo que a sol y buenas temperaturas se refiere, y algunas plantas comienzan a florecer tímidamente a la espera de que caigan las tan ansiadas lluvias. Así pues, hace pocos días me encaminé junto con mi amigo J. C. Pronzati hacia el cerro de Valdelascasas, lugar que se encuentra entre Aranjuez y la población castellano-manchega de Ontígola. A los que conozcais la zona supongo que no hará falta recordaros la gran diversidad vegetal y animal que en el lugar podemos admirar, pero me gustaría hablaros en esta ocasión de una planta cuya flor, para mí, es francamente preciosa. Se trata de la Platicapnos spicata, también llamada “Gotitas de sangre de Cristo” y que pertenece a la familia de las papaveráceas.
Es una planta que puede llegar a alcanzar los 15-20 cm de altura, y si no se presta atención es muy fácil que pase totalmente desapercibida. Las flores, que suelen aparecer entre marzo y junio, están dispuestas en racimos terminales, siendo su parte superior de color púrpura y variando hacia abajo en una extensa gama de colores.
APLICACIONES TERAPÉUTICAS: Contiene principios activos, alcaloides, sales minerales, mucílagos y vitaminas y tradicionalmente se ha venido usando como depurativa, diurética y como hipotensora. Sin embargo, los alcaloides que contiene no aconsejan su consumo, ya que pueden provocar, además de adicción, efectos desagradables en nuestro organismo.
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