Subfamilia: Dipsacoideae
Género: Dipsacus
Especie: D.fullonum
L. 1753
Se trata de una especie herbácea, monocárpica, considerada bienal, ya que se mantiene en estado vegetativo durante uno o dos años, durante los cuales su aspecto recuerda a una verdura . Al cabo de este tiempo alcanza un determinado tamaño y comienza su etapa reproductiva, en la cual la planta desarrolla un tallo floral, de hasta 1,5 metros de altura, con numerosas cabezuelas florales espinosas y cónicas. A cada púa de la cabeza le corresponde una flor de color rosado o lila. Las hojas son enteras, dentadas y lanceoladas, uniéndose en la base formando un cáliz. Algunas hojas no tienen peciolo y forman una cavidad donde se acumula el agua de lluvia donde se ahogan los insectos. Algunos botánicos consideran que esto es el inicio evolutivo de uno de los mecanismos de las plantas carnívoras y consideran las especies del género Dipsacus como protocarnívora.
Tras la floración aparecen los frutos, los cuales caen al pié de la planta y son dispersos por los alrededores por el agua de lluvia, el aire o por los pájaros, ya que son un importante recurso alimenticio invernal para algunas aves, especialmente los jilgueros.
Esta planta crece sobre suelos arcillosos, en zonas incultas, en prados frescos, y en las cercanías de los ríos.
Propiedades
Son, como casi todos los cardos, diuréticas, sudoríficas y depurativas.
En el pasado algunas formas se utilizaron para cardar la lana.
Se pueden preparar infusiones con la raíz contra la artritis.
Las raíces maceradas con vino sirven para curar heridas.
Dentro de las cabezas maduras aparecen unos gusanitos blanquecinos, llamados Tylenchus dipsaci.
En homeopatía se usa la tintura de la planta en floración, para curar dermatosis.
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