sábado, 23 de abril de 2011

Mahonia bealei


Seguro que a estas alturas, en pleno invierno, ya os habeis dado cuenta de que estamos en plena época de floración de las Mahonias. Un sítio clásico para poder verlas es el paseo central de la calle Capitán, entre las calles de San Antonio y  Gobernador. Se trata de la Mahonia bealei, cuyos racimos florales llegan a medir unos 15cm de longitud y la Mahonia aquifolium, cuyos racimos florales miden hasta los 25cm de longitud.


También es posible verlas en la Montaña Rusa del Jardín del Príncipe, aunque en este lugar se trata de una especie distinta, quizá la Mahonia pinnata aunque no puedo asegurarlo por completo ya que hay unas 30 especies distintas de esta planta, todas ellas muy similares. En este caso, los racimos florales miden unos 8cm de longitud.


En todos los casos las hojas son verdes, pinnadas y de forma oval-lanceolada con los márgenes espinosos, muy parecidas a las del acebo. En algunos casos el haz se vuelve rojizo en el invierno.
Las flores, de unos 8mm de diámetro, son de color amarillo, dando lugar mas adelante a unas bayas de color azulado y de forma ovoide de unos 9mm de diámetro.
La Mahonia gusta de los lugares sombreados, siendo muy resistente al frío. Las plantas que se cultivan en Europa suelen ser originales de EEUU y México, quizá de ahí le venga su nombre común “Uva de Oregón”, aunque también hay especies de procedencia oriental como la Mahonia japónica.


Uso medicinal de la Mahonia :
La hoja es febrífugo y tónico. Una decocción de la raíz y los tallos sirve como antiinflamatoria, antirreumática, depurativa y febrífugo. En decocción también  se utiliza en el tratamiento de la tuberculosis pulmonar, fiebre recurrente y la tos, la artritis reumatoide, dolor de espalda, las rodillas débiles, la disentería y enteritis. La berberina, universalmente presente en los rizomas de las especies de Mahonia, tiene un marcado efecto antibacteriano y se utiliza como un tónico amargo. Dado que no es apreciablemente absorbida por el cuerpo, se utiliza por vía oral en el tratamiento de varias infecciones entéricas especialmente bacterianas, como la disentería. No debe utilizarse con especies Glycyrrhiza (regaliz), ya que esto anula los efectos de la berberina. La berberina también ha demostrado una gran actividad antitumoral.


Como curiosidad os puedo decir que sus frutos sirven para aromatizar bebidas refrescantes y postres.


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