Ya hemos visto en una entrada anterior a su hermana la Silene pendula, así que paso a describiros la Silene vulgaris, planta que he podido fotografiar por la zona de los Cuarteles de Guardias Españolas y Walonas.
El nombre del género está ciertamente vinculado al personaje de Sileno, padre adoptivo y preceptor de Dionisos, siempre representado con vientre hinchado similar a los cálices de numerosas especies, por ejemplo S. vulgaris o S. conica.
Planta herbácea y vivaz, que alcanza los 10-100 cm de altura, cuyas partes aéreas se agostan a finales del verano o con la llegada del frío, rebrotando de cepa con la llegada de las temperaturas primaverales más cálidas; en otras zonas de España, cerca del litoral, sus hojas son lanceoladas, de color verde claro. Las flores, hermafroditas, con los pétalos blancos, divididos en dos lóbulos y con el cáliz amplio característico de la especie.
Pertenece a la familia de las cariofiláceas, que entre otras especies conocidas incluye a los claveles y clavellinas (género Dianthus), o al salvadillo (género Spergularia).
La colleja sobrevive y se expande gracias a un denso sistema de estolones o tallos subterráneos que crece cada año, dando lugar a colonias densas de rosetas de hojas, de las que a mediados de la primavera emergen tallos portadores de flores con 5 pétalos blancos, parcialmente envueltos por un cáliz en forma de saco. Las hojas basales son lanceoladas, glaucas –de color verde azulado-, de hasta 4-5 cm de longitud, algo crasas y de borde finamente serrado; las del tallo son más triangulares, menores, pero de textura similar. Los pétalos están divididos en dos lóbulos en su parte superior, por lo que pueden dar la apariencia de ser 10, en vez de 5. A partir de cada flor se forma un fruto en forma de cápsula, con forma de vasija, que aloja numerosas semillas oscuras y arriñonadas; las semillas están cubiertas de pequeños tubérculos, que facilitan su transporte por las mandíbulas de las hormigas.
GASTRONOMÍA: La colleja es una de las plantas nutricias autóctonas por excelencia en toda la región Mediterránea, pudiendo consumirse las hojas y los tallos tiernos, incluso en crudo. Es una verdura muy fina, hasta el punto de que ni siquiera suele ser necesario eliminar el agua de cocción para consumirlas. El hervido previo es recomendable para reblandecer los tejidos de la hoja, aunque no necesario. Puede emplearse en guisos, hervida, en esnsalada o incluso en tortilla, bastando sofreir previamente las hojas, con o sin cocción preliminar. Su empleo como verdura tradicional se ha ido abandonando con el tiempo, probablemente por lo laborioso de su preparación, ya que las hojas deben separarse los tallos una a una.
Fuente: Wikipedia
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