Bellis perennis, comúnmente llamada chiribita, margarita común, pascueta o vellorita es una planta herbácea nativa del centro y norte de Europa; en esta zona es la más común de las numerosas plantas llamadas margarita, y una hierba muy utilizada a efectos decorativos mezclada con el césped, por su resistencia a la siega.
Según la mitología romana, esta encantadora flor silvestre surgió cuando Vertumno, dios de los árboles frutales y de la vegetación, se enamoró de la hermosa ninfa Belides, pero ésta, que no quería corresponder a los deseos de aquél, para dejar de atraer su atención se transformó en una margarita; por esta razón la flor está asociada a la niñez y a la inocencia.
Las jovencitas con el corazón roto que deseaban recuperar el amor de sus pretendientes dieron origen a una famosa costumbre: arrancaban los pétalos de una margarita uno a uno diciendo: “Me quiere, no me quiere…” Desde luego, el pétalo que predecía el futuro de la relación era el último.
En general, las margaritas simbolizan la inocencia, la pureza y la gentileza, tanto de la persona que las da como de quien las recibe. Las margaritas dicen: “Tus virtudes son tantas como los pétalos de esta flor” o “Consideraré tu pedido”. Una margarita blanca representa los sentimientos compartidos de afecto, mientras que una roja revela una belleza que es desconocida para quien la posee.
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