lunes, 15 de agosto de 2011

Cucubalus baccifer

Cucubalus Baccifer la pobre del jardín

Una vez durante una corta primavera; en un jardín las especies se alistaban para florecer en todo su esplendor, los lirios se ponían más anaranjados que de costumbre, las rosas se abrían con alegría, pompónes y claveles surgían con rapidéz, las margaritas estaban más grandes y hermosas y los arboles frutales se ponían más altos y resistentes, los hongos y otras especies aprovechaban la ocasion. Las aves e insectos se paseaban con fluidéz por toda el area polinizando y regalando belleza al lugar y las ardillas recolectaban las nueces que sus amigas las encinas les obsequiaban.

En general todo era alegría y colorido en el gran jardín y darse un paseo por ahí era darse el taquito de ojo y relajarse un poco. Sobretodo las plantas y hongos rechinaban de felicidad absoluta; pero había una que no estaba tan contenta pues incluso por su mismo grupo de plantas "el de las malezas" era rechazada.


Su historia se remontaba por una lucha categórica por existir y ser aceptada; la planta Cucubalus Baccifer era todo un inservible especimen del reino y por su puesto, del jardín. Y aunque más de cien especies pertenecían al género CUCUBALUS; cucubalus baccifer era la considerada más insulsa de todas.

El género Cucubalus nació de la palabra kakos (malo) y bailo (arrojar). Queriendo dar a entender que lo malo se debía arrojar como a las especies de ese género que se les tilda de inservibles. Y el de Baccifer, esa especie la peor favorecida obtuvo su nombre como diciendo "No querida por su padre" o que el padre, o clasificador, colocó su horrible nombre de especie por no quererla.


La pobre plantita de Cucubalus Baccifer llamada "falsa belladona" vivía acomplejada viendo desde una tapia como hasta las más desabridas malezas reverdecían y se imponían aunque fuera para purificar el aire.

Aunque generalmente comparada con la belladona; a la belladona no le gustaba que la comparáran con ella, pues generalmente decía "no me gusta que me digan que me parezco a esa poca planta, por favor" y esto hacía sentir más mal a la pobre Cucubalus Baccifer.

Un día todo el jardín, incluyendo a los animales, estában haciendo convenio para anunciar al dueño que erradicára a esa hierba del lugar, pues a todos les fastidiaba en cierta forma y alegaban que ella no contribuía a nada.


El ruiseñor le dijo al propietario: Oye humano, queremos anunciarte algo.

El muy amable humano, el cual era un joven llamado Harry, le preguntó: ¿Qué se les ofrece mis queridas especies naturales?.

La belladona con sutilidad dijo: Harry, la corte natural del jardín está muy a gusto aquí, pero hay algo o alguien que nos molesta a la gran mayoría, incluso a mí me molesta que me comparen con ella. Se trata de la planta Cucubalus Baccifer.

Harry respondió: ¿Pero qué daño les hace esta planta a ustedes?

Un ratoncito dijo: Es improductiva y no ayuda en nada, además de que no es muy sobresaliente dentro del jardín, es maleza de malezas.

Un hongo que yacía debajo de un arbol agregó: Verdad; todos en este jardín, incluso las plantas parásitas, las malezas y los hongos tenemos aunque sea algo de actividad y ella es una pasiva que solo se la pasa tendida entre una tapia.

Varias mariposas añadieron: Y no permite ni que nosotras nos arrimemos a polinizarla.

Una abeja constestó: Es tan sombra gris que nadie quiere ni polinizarla.

Una tomatera, la cual era la única que se compadecía de la pobre especie, les dijo a todos: Dejenla tranquila, ella solo quiere ocupar un lugar en el jardín y cumplir su ciclo de vida.

El arrogante ficus dijo: ¿Quien te crees tú, tomatera, la defensora de las causas perdidas?

Los pastos hablaron: además nosotros también estamos cansados de ver su inactividad, nos da vergüenza tenerla cerca.

Después de una algarabía de especies y de individuos y de que todos empezaran a decir en coro: Erradícala, erradícala, erradícala, erradícala...

Harry dijo: No puedo hacerlo; no está dañando a ninguna otra especie, y además no veo el por qué erradicarla.

La zinnia dijo: Qué más razón que el no servir para nada y el no contribuir en nada.

Una lagartija también dijo: Sí, la zinnia tiene razón amigo humano.

Harry se dispuso a hablar con la planta y tuvieron una larga y tendida conversación.

Cucubalus Baccifer: Harry; estoy cansada ya, con gusto espero el día del fín de mi ciclo, así no le fastidiaré a nadie, pero no quiero ser erradicada, así no. Conozco mis dercechos como organismo natural y sé que puedo permanecer aquí junto a mi tapia.

Harry: Te propongo una cosa querida planta... ¿Qué tal si no te erradico y mejor puedo extraerte con raíz y todo y te pongo en una maceta para que seas mi planta de la suerte?

Cucubalus Baccifer: Me suena la idea, pero qué beneficio obtengo viviendo en una maceta en tu casa.

Harry: Las atenciones que nadie te da aquí en mi jardín, te las puedo dar en mi casa, yo realizo investigaciónes con plantas y especies inusuales y tendrás un techo y mucho más.

Cucubalus Baccifer: Déjame pensarlo, creo que hasta puedo estar mejor en mi tapia que en una maceta pero...

Transcurrieron los días y las especies del jardín estaban furiosas por la respuesta dada por la planta que sin ser provocadora, les daba coraje a todos su sola presencia.

La semana se hizo tan insoportable para la pobre plantita que decidió atender la propuesta del joven Harry.

Cucubalus Baccifer: Harry, llévame a la maceta, estoy a punto de secarme de la tristeza, estoy marchita, hasta las hierbas me recriminan el robarles su espacio, quiero irme de aquí, es mi hogar pero se me hace imposible vivir.

Harry: Está bien, ya verás que no te arrepentirás de vivir junto a las otras plantas y especies que tengo.

Cucubalus Baccifer: ¿Qué? ¿Otras plantas y especies? se suponía que viviría yo sola en una maceta.

Harry: En una maceta vivirás tu sola, pero adentro de casa hay otras macetas con otras plantas y tengo unos hamsters y un frasco con hormigas.

Cucubalus Baccifer: Ah! ¡Ahora tendré que soportar las malas caras de los que habitan en tu casa humano!

Harry: No, porque no estarás invadiendo el espacio de nadie y tendrás lugar para ti sola.

Llegado el día del trasplante, todos en el jardín hacían fiesta por la partida de la hierba que se les hacía tan odiosa tan solo por su falta de carácter y pasividad.

Cucubalus Baccifer: Me imagino que ya estarán satisfechos todos, ¡adiós y hasta nunca!, quien sabe qué me tenga deparado el destino partida de zoquetes, ¡me extrañarán!.

El manzano silvestre dijo: Te extrañaremos, de seguro que no.

Todos le dieron la razón al manzano y no mostraron ni un gesto de compasión por ella.

Al ser pasada a la maceta y colocada en un escritorio junto a otras especies inusuales ella exclamó "Ah, no puede ser, aquí viene de nuevo lo mismo de antes"

Un hamster le mostró simpatía y ella vió que las plantas que estában dentro de la casa en las macetas eran muy amables, los loros de la jaula eran muy amigables y las hormigas le servían con gran alegría.

La plantita se sentía amada y valorada, pero le faltaba su entorno natural, sentía que por odiosa que fuera la multitud de especies del jardín, era su ambiente y lo extrañaba. "ya me acostumbraré a esto" dijo la planta pero en el fondo sabía que se le haría dificil.

Días después vino lo bueno, pues Harry, su amigo humano y su salvador, le tomó fotografías para ponerlas en los foros de plantas, blogs, revistas virtuales y publicaciónes naturistas.

Harry realizó los estudios profundizados sobre su especie, la Cucubalus Baccifer, y publicó que era muy importante para nitrogenar los suelos.

A la semana adquirió popularidad como planta para fuentes de investigación y Harry ganó concursos con ella, con los días la planta se puso muy bonita y empezó a poseer lindas flores verdes y sus frutos negros se volvieron brillantes.

Las especies del jardín escucharon a los loros parlotear que "Cucu", como le llamaron de cariño a la planta,  se había vuelto una importante y famosa especie. Todos se lamentaron de haber despreciado a la maleza que ahora proveía su manutención monetaria y gracias a que con ella, su dueño Harry había ganado más dinero y pudo convertir el jardín de su casa en un bello jardín botánico casero con las ganancias y equipó mejor el lugar.

Cucu estaba muy triste por no poder estar en su jardín al aire libre y en su tapia, pero estaba agradecida porque Harry su dueño le había mostrado el lado amable de la vida y de la naturaleza aunque fuera dentro de una casa en una maceta y como especie de exibición.

Ella sabía que ya no podía volver al jardín porque ya era una planta de interior domesticada y tenía que ser centro de los flashes de las camaras de los adictos a la botánica y de los ecologistas así como de las señoras a las que les gusta la jardinería.


Cucu Ba era ahora su gran nombre común y veía como los pájaros e insetos del jardín tratában de hacerce en la ventana para tener noticia de ella por lo menos desde lo lejos y llevarles el recado a otras plantas, animales, hongos y hasta piezas inertes de su antiguo hábitat de que habían visto a la gran Cucu Ba.

Cucu Ba: Harry quiero pedirte algo...

Harry: Desde luego, ¿como no se lo concederé a mi plantita favorita?

Cucu Ba: Llévame aunque sea en la maceta para ver a mis amigos una vez al día.

Un hamster dijo: Cucu, ¿como puedes llamarlos tus amigos si fueron los que te sacaron de tu casa?

Un Caladium Bicolor también dijo: Para tener esos amigos, es tener enemigos ¿no creen?

Una hormiga contestó: Es verdad, pero lo que ella desea es pasarse por su casa para demostrarles que pudo llegar más lejos que ellos.

Una ranita de un acuario artificial añadió: Eso es Cucu; restrégales en la cara tu éxito a esos ingratos.

Una plantita de fresa dijo: No, esa no es la idea, lo que quiere Cucu es demostrarles que pudo.

Cucu Ba: Yo quiero saludarlos porque los extraño y no quiero restregarles nada, ya estoy realizada, lo que quiero es verlos y darles una lección de humildad a todos.

Una calathea dijo: Bien que sí la necesítan.

Harry: Hagámos una cosa, los llevaré a todos en sus respectívos hábitats a tomar aire en el jardín todos los días.

Cucu Ba: De veras harías eso por mí.

Harry: ¿Como no lo haría? Te llevaré con tus antiguos amigos y vecinos sin separarte de tus nuevos compañeros.

Los loros: ehhh... Viva, todos nos vamos a diario al jardín a respirar aire fresco con nuestra amiga Cucu

Un photo de interior respondió: Gracias Cucu Ba; nos cumpliste nuestros sueño, eres un angel del mundo de las plantas.

Cucu Ba: Denle las gracias a mi amo Harry amigos mios.

Harry: A mí no. ¿como creen?

Cucu Ba: Sí, a tí que fuiste mi gran salvador y no me erradicaste.

Todos: Cucu Ba te amamos y a tí también Harry.

Y cuando Cucu Ba volvió al jardín, todos los que un día la quisieron acabar, algunos siendo unas especies muy bellas y otros siendo casi tan insignificantes como lo que fué, se inclinaron ante la reina del jardín.

La tomatera, quien fué la que siempre abogó por ella, le dió la calurosa bienvenida a ella y a sus acompañantes especies de interior.

El resto se quedaron mudos y otros decían "salve a la gran ama y señora de las plantas del jardín"


A lo que para finalizar Cucu ba respondió: No tienen que mostrarme su simpatía ahora que soy una planta importante y popular, pues sigo siendo la misma a la que aburrieron hace unas semanas, yo solo quiero mostrarles que la belleza y el renombre no son mucho, lo que importa son los sentimientos y el existir como seres vivos que somos y el saber que todos sentimos y respiramos, ahora tengo amigos de verdad y soy querida porque ellos me aceptaron desde que no era nadie, pero sin embargo a ustedes no dejo de extrañarlos día a día.

Denle las gracias a Harry que los mantiene lindos, denle las gracias a la naturaleza que les da vida y salud y denle las gracias a Dios de que existen y son tomados en cuenta incluso ustedes algunos seres inertes de que tienen alma.

Y así día a día todas las especies de ese pedazo de terreno no se cansaban de pedirle disculpas a la plantica y las que habitaban con ella no se cansaban de darle las gracias por permitir que Harry las sacara al jardín aunque fuera en sus macetas para tomar el sol y el aire o en sus jaulitas, acuarios, terrarios o lugares artificiales de vivienda.

Cucu Ba como ella misma dijo vivía agradecida con Dios, con la vida, con Harry, con la naturaleza, con los investigadores, con sus compañeros las especies de la casa por darle a conocer la amistad y la aceptación y hasta con las mismas especies del jardín que permitieron que ella les enseñara lo que es el aprecio.

Harry se casó con una estudiante de su universidad a la cual también le gustaban mucho las plantas y tenía unas mascotas muy amigables.

Y Cucu cumplió su ciclo de vida como una planta felíz y muy, muy util...


Texto de Botanixjpm


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